Monday, June 6, 2011     17:19
 

Inauguración del Cine Teatro Capitolio

La situación económica de Panamá en los inicios de la década de los '40 era muy próspera. Los negocios marcaban una pauta muy satisfactoria y el pueblo en general, estaba satisfecho.

Los años de la Segunda Guerra Mundial, que habían sembrado muerte y destrucción en los países europeos y algunos asiáticos, habían significado para nuestro país una gran afluencia de dinero, precisamente derivado de las actividades en la Zona del Canal.

No obstante la presencia de un estado de guerra en Europa y la casi inminente participación de los Estados Unidos en el conflicto bélico, los comerciantes panameños no se arredraban ante futuros desenvolvimientos y mantenían un ritmo de inversiones muy favorable para la nación.

La empresa Enrique Pascual y Cía. Ltda., era muy creyente en la estabilidad de las finanzas panameñas y se había lanzado a la construcción de un modernísimo teatro que bautizaron con el nombre de CAPITOLIO.

Se escogió al 1 de Octubre de 1941 como la fecha de inauguración, como un homenaje al primer aniversario del gobierno del Dr. Arnulfo Arias M., que se perfilaba como una administración muy progresista, por el gran número de proyectos de ley que había enviado para la consideración de la Asamblea Nacional durante sus primeros doce meses de regir los destinos de la nación.

El Teatro Capitolio era en verdad una joya arquitectónica que venía a engrandecer a toda la ciudad. Con una iluminación de múltiples colores se destacaba la gran marquesina de luces que se regaban por la avenida central, precisamente en el mismo barrio de Calidonia, donde se erguía majestuosa esta nueva joya de la arquitectura, con muy anchas puertas de entrada y amplios pasillos.

Un concepto nuevo introduce la empresa Pascual, con el señalamiento de las diez de la mañana para dar inicio al espectáculo de inauguración.

La película escogida fue otro acierto sin dudas, ya que se trataba del film CREO EN DIOS, estupenda obra con Fernando Soler y producida por el sello de los éxitos, Grovas y Cía.

Otra gran novedad en esta sala de espectáculos era la instalación del Mirrophonic Master 1941, la última palabra en la concepción del sonido, que reproduce desde los tonos muy profundos hasta los más agudos, sin dejar escapar ninguna imperfección, por el contrario, se hace muy suave la percepción de la escala tonal, sin tener que padecer violentos cambios en el oído.

El sonido se esparce por toda la sala de una manera uniforme y permitiendo a toda la concurrencia disfrutar de una recepción uniforme y tranquila.

Los ingenieros acústicos se esforzaron en presentar a la audiencia capitalina una perfecta recepción, detalles que estuvieron bajo la supervisión del técnico Perry R. Shehan.

Una amplia pantalla recibe en forma nítida y perfecta, las imágenes que son proyectadas por grandes y modernas máquinas.

Los altavoces muy bien distribuidos por toda la sala, aseguran una claridad en la reproducción de los sonidos.

La película CREO EN DIOS, bajo la dirección de Fernando de Fuentes, un material lleno de controversias, tenía un tema muy fuerte que llevaba a grandes momentos de dolor en su argumento.

Los precios que establecía el Teatro Capitolio, que tenía el lema de " siempre el primero en su línea ", eran de

Balcón: B/.0.25
Luneta: B/.0.20 (adultos)
B/.0.10 (niños)

El inicia de las tandas regulares se estableció para las 10:00 a.m., que de por sí constituía un novedoso cambio en la rutina horaria de los otros teatros. Los domingos y días feriados se proyectarían cintas para la población infantil.

La Empresa Pascual manifestaba " que ponía a las órdenes de la sociedad y del público en general, la máxima obra del modernísimo teatro, completamente a su servicio. Es un rasgo gentil que haciéndole honor, bien merece todo el apoyo del respetable, en pago de sus infatigables luchas y contratiempos durante la construcción del gran fenómeno que en la actualidad se levanta todo lleno de orgullo a la ávida nacional, en el propio corazón de la ciudad."

"A pesar de su aparente actitud soberbia, en su gesto hay la gentileza acogedora que lo invita a uno a penetrar en su interior, ya en él, se respira suma tranquilidad porque se advierta una tan sincera confianza que hace pensar que del Teatro Capitolio, no debe uno de aislarse".

Este magnífico edificio, facilita un detallado ambiente de admirable respeto, que se ensancha, llevando al extremo de no considerarse estafado por su porte y fineza conque uno es recibido."

"El Puente de Waterloo" una extraordinaria producción de la Metro Goldwyn Mayer, con actuaciones inolvidables de Robert Taylor y Vivian Leigh, Lucile Watson, Mary Ouspenkaya, bajo la dirección de Mervin LeRoy, siguió en la cartelera de los grandes estrenos. Esta película es tal vez una de las más románticas y clásicas historias de amor del cine de todos los tiempos.

Muy pronto el Teatro Capitolio se fue convirtiendo en la primerísima sala para los grandes estrenos y ocupó desde sus primeros momentos un sitial privilegiado en el público panameño.

Sus fundadores vieron que la decisión fue acertada al brindar una escogencia más para la diversión y esparcimiento de la ciudadanía del país que vivía una euforia colectiva por los tiempos de bonanza en que se encontraba.

El Teatro Capitolio fue un exponente del alto tipo de cinematografía que se proyectaba en la ciudad capital y se distinguió por la gran variedad de las películas que se exhibían y la categoría de los artistas que tomaban parte en ella.

Posteriormente también incluyó a espectáculos vivos, con grupos de personas que hacían comedias y que junto a los juegos de bingo que habían semanalmente, fue dominando la audiencia de una manera muy convincente.

Por muchos años siguió en este rol de importancia en el cuadro general de las salas de cines en Panamá.