Monday, June 6, 2011     17:19
 

Ferrocarril y vapores en la construcción del Canal

La vía marítima fue la principal ruta usada para la comunicación por barcos y para establecer un medio útil y rápido en el transporte de pasajeros privados de obreros y carga.

La Compagnie Universelle du Canal de Panama, en 1881, adquiere por diez millones de dólares ( ( $ 10.000.000.00 ), la Compañía del Ferrocarril que había estado en funcionamiento desde 1855 y con un éxito extraordinario. Esta misma Compañía ferroviaria era la propietaria de la línea de vapores Centroamericana.

Para los franceses era una cuestión de vida o muerte, en su aspiración de construir el canal interoceánico, llevar a cabo la compra del Ferrocarril de Panamá.

Armand Reclus, el ingeniero jefe de las obras del Canal, en su correspondencia que dirigía a las oficinas centrales en París, rogaba, en forma muy vehemente, que se adquiriera el Ferrocarril, ya que en su opinión, era " absolutamente necesario ser los dueños del ferrocarril". Había que comprarlo y pagar el monto que sus amos pedían.

Los americanos, simplemente seguían " órdenes de New York para crear todo tipo de dificultades para el avance de los trabajos".

El precio, primeramente establecido de $ 200,00 por acción, fue ahora aumentado a $ 250.00, pero con algunos costos adicionales, el precio del Ferrocarril subió a un poco más de $ 20.000.000.00, o sea a $ 292.00 por acción, cuando el valor verdadero de cada una, llegaba a ser apenas $ 100.00.

En los círculos financieros esta operación, se llegó a considerar un atraco, pero sin ninguna duda, fue necesario acceder a estos términos, para controlar el ferrocarril y proseguir con la construcción de la magna obra,

Hacia 1893 se inició la linea Columbia, con la adquisición de los vapores Finance, Allianca y Advance.

Posteriormente, en 1904, cuando los Estados Unidos adquirieron todas las propiedades de los franceses, el Ferrocarril y la línea marítima, pasaron, también, a sus manos.

Adicionalmente, se adquirieron los vapores México y Habana, que fueron rebautizados como Colón y Panamá, así como también el Shawmut y Tremont, cuyos nuevos nombres fueron Ancón y Cristóbal..

Hacia 1920 y como efectos de la gran crisis de 1918, la Panama Railroad Steamship Line, disminuyó su flota. El Advance y el Allianca fueron retirados, el Ancón y Cristóbal, fueron remodelados y el Finance, se había hundido algunos años antes.

En 1939, fueron lanzados al mar, tres nuevos barcos, Panamá, Ancón y Cristóbal, con todo el equipo ultramoderno de esos tiempos y las mayores medidas de seguridad, que se podían ofrecer y toda la comodidad para los viajeros.

La compañía naviera ahora cambió su nombre a Panama Line.

Con la entrada de los Estados Unidos al conflicto guerrero, el 7 de diciembre de 1941, El Panamá y el Cristóbal, fueron usados para el transporte de las tropas y el Ancón, fue asignado a la flota mercante americana, donde tuvo una brillante hoja de servicios, con participación en muchas batallas y en varias de las invasiones guerreras.

Después de estos actos históricos fue regresado a la Panama Line el 25 de febrero de 1946.

El Cristóbal volvió a sus antiguos propietarios el 14 de junio de 1946.

Una Orden Ejecutiva del Presidente Harry S. Truman, el 1 de julio de 1951, ordenó el cierre de la Panama Railroad Co. y tanto la línea de vapores como el ferrocarril, fueron establecidos como departamentos separados.

Para el mes de junio de 1961, el presidente Eisenhower ordenó que la Panama Line transportase, únicamente, a empleados del Canal y que no admitiese cargas comerciales.

El Ancón fue dedicado a las labores de buque escuela hasta 1973, . cuando se procedió a desmantelarlo.

La Panama Line fue una empresa muy exitosa, que transportó a tropas norteamericanas, a empleados del Canal y a civiles, incluyendo a panameños.

Sirvió por muchos años como transporte de estudiantes de nuestro país, que iban a colegios en Estados Unidos o cuando regresaban de vacaciones. En esos tiempos, la aviación no estaba muy desarrollada, en lo relacionado con los viajes aéreos para pasajeros.

Esa travesía marítima, en cualquiera de los barcos de la Panama Line, fue en todo momento, muy cariñosamente recordada por los viajeros, existiendo, además, muy románticas anécdotas.

El ser invitado a la mesa del Capitán, siempre representó un honor para aquellos que en alguna ocasión, pudimos gozar de ese privilegio.

Terminada la Segunda Guerra Mundial, el transporte de carga y pasajeros, por vía aérea, fue tomando un enorme impulso, mediante todos los trucos publicitarios para desarrollar entre los pasajeros, la confianza en esta forma de transporte.

La Pan American Airways, que unía a todos los países americanos, imprimía mensualmente, un boletín de noticias llamado CAMINOS DEL AIRE, donde aparecían los nombres y fotografías de importantes personalidades del mundo político, diplomático, profesional y militar, que habían empleado sus aviones como pasajeros.
Para infundirle a la población la confianza necesaria para surcar los aires en sus futuros vuelos.

La idea general de la citada promoción era ir creando, poco a poco, confianza en el transporte aéreo y así, obtener las ventajas que ofrecía la seguridad y rapidez de este tipo nuevo de transportación y convertirlo en el inmenso imperio que es hoy día.