Monday, June 6, 2011     17:19
 

Los españoles como obreros en el Canal de Panamá (1908)

La población laboral del Canal de Panamá, para finales de 1908, era de 50003 personas, notándose un gran incremento sobre los 764 que se encontraban en mayo de 1904, cuando los norteamericanos tomaron bajo su responsabilidad la construcción de la obra.

Para el año de 1908. los 4370 españoles constituían un 8.7 % de los obreros europeos que trabajaban como mano de obra del Canal. En algunos casos, eran contratados en Cuba, pero la mayoría provenían directamente de la Madre Patria..

Junto con los italianos ( 1941- 3.8% ) y los griegos( 1101- 2.2% ) integraban la inmensa mayoría de la fuerza laboral europea.

Se calcula que un 50% de los hispánicos vinieron contratados y la otra mitad viajó por voluntad propia, en busca de un mejor futuro económico.

Con estos últimos, la Compañía del Canal no había firmado ningún contrato legal, sino que las condiciones impresas y aceptadas, que aparecían en el boleto de viaje hacia Panamá, se consideraban como un documento de valor y por medio del cual se regía la relación laboral.

Los españoles, que venían al Istmo, eran hombres jóvenes, bien formados, y robustos, en otras palabras, en perfecto estado de salud y muy aptos para las fuertes y agobiantes tareas de las excavaciones por pico y pala, expuestos a lluvia o sol y en ambientes calorosos y húmedos.

El costo del pasaje, era cubierto en forma inicial por la Compañía, sin embargo, después se le deducía al obrero, a través de letras mensuales.

El arreglo firmado también incluía las horas de trabajo, el salario estipulado de 20 centavos oro ( cuarenta centavos plata ) por hora, para una jornada no menor de nueves horas diarias.

También estaban autorizados para comprar alimentos a precios bajos y obtener servicios médico-hospitalarios gratis, lo mismo que transporte de ida y regreso a su lugar de trabajo.

La Comisión del Canal esperaba un comportamiento digno y un desempeño eficiente en las funciones encomendadas, además de mostrar interés y rapidez en el desempeño de las mismas.

De no clasificar el trabajador, dentro de estos parámetros que marcaba la Comisión, el contrato se podía declarar nulo, además de retenerle el cheque.

Esta política no era solamente aplicable a los europeos, sino que igualmente regía para el resto de la fuerza laboral, inclusive los norteamericanos.

A los empleados de España, se les había concedido un pequeño trato preferencial, cuando eran despedidos, ya que podían retener el comprobante del cheque, donde constaba el sueldo devengado y de esta manera, solicitar un pago equivalente en su nueva posición.

Esta norma tenía un punto débil, ya que al dejar un trabajo y retener el citado comprobante, el obrero podía dirigirse a otras dependencias en el canal o con los contratistas independientes, en búsqueda de un mejor ambiente laboral, y con el mismo sueldo.

Como la situación laboral, especialmente con este grupo, se iba tornando algo difícil, el Ingeniero Jefe del Canal, George W. Goethals, le dirigió una nota al Encargado de Negocios de España, donde le informaba sobre cuatro decisiones tomadas al respecto:

  1. "1. Las condiciones para contratos de empleados españoles requieren de cada uno, dar un rendimiento satisfactorio, de acuerdo con su salario de 40 centavos plata por hora.
  2. 2. En caso de que los servicios rendidos no vayan de acuerdo a su rendimiento o conducta, es normal que se les trate de una manera similar a los ciudadanos americanos y otros empleado de la Comisión, en idénticas circunstancias.
  3. 3.Por el derecho anterior, la Comisión tiene la potestad y es su deber, en implantar, como lo ordena la ley, y cancelar el contrato original y reducir el pago a los niveles de trabajo.
  4. 4. No se considera en estos momentos, una combinación de circunstancias como rebaja de paga y declaración de indeseable, ya que siendo estos casos algo raros, se tratan cada uno por separado". Se menciona, apenas, un aspecto de la fuerza laboral española, Que posterior a este aviso, fue muy efectiva, ya que superaron su productividad y la identificación con la Compañía, llegando a constituirse en ejemplo para los otros grupos laborales y en verdadero orgullo para su país de origen.