Monday, June 6, 2011     17:19
 

El hospital para convalescientes de Taboga

Cuando el Rey de España dio la libertad a los esclavos indios de América, a petición de Fray Bartolomé de las Casas en 1549, una gran parte de los establecidos en Panamá, fueron enviados a la isla de Taboga, situada en el Océano Pacífico y a unas 20 millas de la ciudad capital.

En este apacible ambiente fueron integrando sus hogares y dedicándose, especialmente a la pesca y al cultivo de la piña, de naranjas, cocos, limas, mangos, mameyes y maíz.

En los inicios de su acción constructora del Canal de Panamá, las bellezas de este ambiente, no pasaron desapercibidas para los franceses y muy pronto establecieron un pequeño centro hospitalario, con capacidad para 50 pacientes y a un costo de medio millón de dólares, que vino a ser posteriormente, el primer edificio francés remodelado por los norteamericanos.

Desde su apertura fue un gran éxito, con una ocupación física del 95%, muy a menudo.

La bella localización geográfica del centro, en una colina con magnífica vista al mar, ofrecía un cuadro acogedor y sedante.

Después de la quiebra de la Compagnie Universelle du Canal de Panama, (1886) sus representantes permitieron que algunos familiares o amigos, usaran por tiempo limitado, las facilidades del sanatorio.

Con el pasar de los años, los edificios se fueron deteriorando ante el creciente y arrollador avance de la selva y la acción corroedora del aire marino.

En mayo de 1904, al tomar posesión los Estados Unidos de todas las propiedades francesas localizadas en el Canal, el equipo médico que vino al Istmo, bajo las órdenes del Coronel William C. Gorgas, de inmediato se percató, tanto del concepto como del lugar escogido para el sitio y procedió a efectuar una remodelación completa, de las estructuras y del equipo médico.

El sanatorio para convalecientes de Taboga, fue reabierto en septiembre de 1905, con un aumento de su capacidad anterior de 50 a 70 pacientes, teniendo la posibilidad de aceptar hasta 90, en casos de urgencia.

El personal para brindar la atención a estos enfermos, estaba formado por un médico, que hacía las funciones de superintendente, tres enfermeras graduadas y personal de aseo y lavandería.

La admisión se llevaba a cabo a través de los siguientes mecanismos:

  1. Por transferencia directa de los Hospitales Ancón y Colón.
  2. Por recomendación de un médico de la Comisión del Canal de Panamá, en cuyo caso no era necesario ningún paso adicional.
  3. Por concesión a empleados del Canal, para pasar vacaciones.
  4. Para permanecer en calidad de acompañantes, previa autorización médica.
  5. Por permiso especial para pasar la luna de miel

Los pacientes eran transportados en una cómoda lancha, llamada La Petite Louise, perteneciente al centro para convalecientes, donde igualmente se llevaban todos los alimentos, exceptuando las frutas que se adquirían en isla de Taboga.

Se cuenta que uno de los pacientes más distinguidos lo fue el pintor Paul Gauguin, cuando se recobraba de una malaria aguda que lo afectó mientras era un trabajador de pico y pala en el Corte de Culebra.

Solo en el año de 1910 hubo una admisión de 4000 pacientes, lo cual da una idea de la popularidad del lugar.

Un paulatino decaimiento en el número de admisiones, se notó después de 1910, y ya para 1913 se evidenció una pérdida , comparando ingresos, ( $ 9700.00 ) contra gastos ( $ 32000.00 ) y al observarse, para el mes de mayo, una sola admisión al centro.

Se decidió aumentar el precio diario por paciente de $ 0.67 a $ 1.50 y al mismo tiempo establecer severos planes de austeridad y ahorro, que por otro lado, se reflejaron en una disminución de la característica atención brindada en el centro.

Como aún no se conseguía un balance positivo para la situación contable, el Departamento de Sanidad del Canal, decidió cerrar el centro para convalecientes el 14 de enero de 1914 y mediante una resolución administrativa, se pasó al Departamento de Subsidios, que enfocándolo dentro de un concepto hotelero, empezó a manejarlo.

Así terminó una avanzada idea en la medicina recuperativa, que más tarde fue empleada, exitosamente, en varios centros hospitalarios de prestigio en el mundo entero.