Monday, June 6, 2011     17:19
 

Esfuerzos franceses y norteamericanos en materia de salud en Panamá

La epopeya francesa en la construcción del Canal de Panamá, terminó a las 7:30 a.m. del 4 de mayo de 1904 en las oficinas de la Compagnie Nouvelle du Canal de Panamá, cuando el teniente del Ejército norteamericano, Mark Brooke, recibió de manos de representantes autorizados de la mencionada compañía, las llaves simbólicas de los depósitos y de L'Hopital Notre Dame de Panama, en una ceremonia totalmente sencilla y fuera de todo aspecto protocolario.

En esta forma se oficializaba la compra de todas las propiedades francesas que habían adquirido los Estados Unidos, por la suma de $40.000.000, la mayor cantidad jamás pagada por ese país en cualquier tipo de transacción comercial hasta esa época.

Los trabajos de excavación de las esclusas realmente se iniciaron el viernes 20 de enero de 1882, aunque ya desde el 1 de febrero de 1881, se envió un cable al conde Ferdinand de Lesseps, con las palabras "Travail commencé', más para usos propagandísticos que para otra cosa.

De inmediato se inició la construcción del gran centro hospitalario, antes citado, localizado en una bella colina del cerro Ancón y en el mismo sitio donde actualmente está ubicado el conocido Hospital Gorgas en Panamá.

El centro nosocomial se levantó a un costo de $5.600.000 una suma increíble y exorbitante para esos tiempos, con una capacidad de 500 camas y con los más modernos equipos.

En la ciudad atlántica de Colón se construyó otro, por un valor de $1.000.000, además de un centro para convalecientes en la isla de Taboga por $ 600.000, junto con muchos dispensarios para la atención de urgencia, en los pueblos establecidos a lo largo de la línea del ferrocarril.(1)

Como se puede observar, el esfuerzo francés en la línea curativa, estuvo muy bien preparado y organizado, al punto que un médico canadiense, que vivió y ejerció la profesión privada en la ciudad de Panamá por más de 5 años, llamado Wolfred Nelson, crítico acervo y contemporáneo del Conde de Lesseps, a quien llegó a apodar el Gran Enterrador, tuvo frases muy laudatorias al escribir en su libro "Five years in Panama" (1880-1885)que " los hospitales en el Canal son sin lugar a dudas, el sistema mejor y más perfecto que se haya construido en el trópico". (2).

Posteriormente el Dr. William Gorgas, reconoció al complejo hospitalario " como una institución mejor que cualquiera en los Estados Unidos, dirigida por una firma o corporación".(3)

Los obreros tenían atención médica pagada por los diferentes contratistas de la obra, a un precio de 5 francos por día, razón por la cual, a muchos enfermos no se les ordenaba fácilmente el ingreso al hospital, teniendo que recluirse en las barracas para curarse o morir, desde luego sin aparecer en las estadísticas de morbilidad o mortalidad.

Con alguna frecuencia, se usaba el truco de despedir a los trabajadores que presentaran síntomas iniciales de una enfermedad, para esquivar los riesgos de pagos por atención hospitalaria. La mortalidad, por lo tanto, no podía estar representada por cifras confiables.

Los mismos obreros tenían un temor a ingresar al hospital, por aquello de la alta mortalidad imperante, derivada de la pavorosa fiebre amarilla, considerándose a la internación en el nosocomio, como una antesala de la muerte.(4)

Los escándalos financiaron que estallaron en Francia, llevaron a la liquidación de la Compañía del Canal en febrero de 1889 y después de violentos juicios legales, discusiones, suicidios, negociaciones de todo tipo y destrucción de reputaciones, se logró formar la Compagnie Nouvelle du Canal de Panamá, (oct.20,1894) apenas siete semanas antes de la muerte del Conde de Lesseps.

Los franceses no tuvieron la fortuna de conocer los métodos de transmisión de las fiebres amarillas y malaria por los mosquitos, hecho histórico que se descubrió años más tarde. A pesar de todo tuvieron servicios médicos excelentes y buenos hospitales, por supuesto sin entrar en los pasos preventivos para erradicar las fiebres.(5)

De esa fecha hasta mayo de 1904 cuando entraron los Estados Unidos en acción por medio de la ceremonia ya descrita, las condiciones y el sistema de salud, tipo socializado, fue mantenido.

El coloso del norte enfocó toda la empresa canalera de una muy diferente manera en su ataque, fijando como prioridad máxima el saneamiento ambiental, antes de empezar los trabajos.

Fue después de ingentes esfuerzos y luchas de Gorgas por hacer entender a los congresistas de Estados Unidos por hacer comprender la importancia vital de respaldar a la teoría del mosquito como vector principal de la fiebre amarilla y la malaria, para conseguir el necesario apoyo burocrático para la autorización de todos los gastos consiguientes. Al final y afortunadamente prevaleció esta tesis.

El Dr. William C. Gorgas llegó al istmo de Panamá en junio de 1904 y venía de erradicar la fiebre amarilla en La Habana,Cuba, por medio de una vigorosa campaña de controles férreos, fumigaciones extensas y contínuas, patrullaje en búsqueda de criaderos de mosquitos, identificación de casos enfermos y de los posibles contagios, construcción de alcantarillados y acueductos. Igual planteamiento siguió tanto en la Zona del Canal, como en las ciudades de Panamá y Colón.(6)

También arribó un equipo de profesionales de la medicina de primera categoría, compuesto de internistas, cirujanos, patólogos, otorrino-oftalmólogo, Pocos meses después, había un total de 25 médicos,75 enfermeras y 7 enfermeros.

Los norteamericanos invirtieron grandes sumas de dinero en la rehabilitación y equipos para el hospital francés, al cual llamaron Ancón, convirtiéndolo en un centro de más de 1000 camas, mejorando igualmente el lugar en Taboga para convalecientes, con 100 camas, renovando al Hospital Colón ( 150 camas) a todos los pequeños dispensarios para atención de urgencias a lo largo de la línea ( lugares como Bohío, Frijoles, Culebra, Tívoli, Ahorca Lagarto, Bas Obispo, Gorgona, Brazos, Tabernilla, Emperador, Culebra, Matachín, etc.). (7)

Inauguraron en abril de 1905 un hospital para dementes con 210 camas en Corozal y otro para leprosos en 1907 en Palo Seco, con 100 camas. En ambos centros, el gobierno panameño debía pagar la suma de $0.75 diarios por la atención de cada uno de sus nacionales allí internados. Los trabajadores del Canal y sus familiares tenían atención completamente gratuita.(8)

Para los empleados del Canal de Panamá y la Compañía del Ferrocarril, las hospitalizaciones quirúrgicas y las médicas eran gratuitas, excepto para casos de alcoholismo, drogadicción o por venéreas y para operaciones electivas.

Había una lista larga de precios para cirugías en general, obstetricia, odontología, oftalmología y de oídos, nariz y garganta.

Esta especialidad tenía para su uso, tres salas hospitalarias separadas para europeos, negros y blancos.

Una marcada segregación racial que se mantuvo durante la construcción del canal, hasta la década de los 50.

Estos costos (en electivas) eran deducidos al trabajador a razón de 1% mensual del salario, con un pago mínimo de $1.00 para aquellos que recibían menos de $50 por mes y de $2.00 para salarios hasta de 100.00, de aquí en adelante, era de $5.00 por mes.

Sin embargo, el superintendente del hospital tenía la potestad de rebajar hasta el 50% de los costos totales y que serían pagados como se mencionó anteriormente. En ningún momento esta cuenta podría exceder de $250.00. La diferencia era absorbida por la compañía del Canal.(9)

La Zona del Canal de Panamá, una extensión territorial de 5 millas a cada lado de la zanja acuática, fue un ejemplo clásico de socialismo.(10) No existía la propiedad privada de casas, ni del terreno, tampoco de apartamentos o de cualquier tipo de vivienda, como en nuestros días.

Había un solo y único gran patrón, la Compañía del Canal del de Panamá que le vendía a sus empleados toda clase de alimentos, en lugares llamados comisariatos, (génesis de los actuales supermercados) de ropas, zapatos, muebles, gasolina para los automóviles y lanchas, a precios muy bajos, al igual que ofrecía diversiones, estancia hotelera en 17 pequeños lugares a lo largo de la línea del ferrocarril y en dos lujosos hoteles en Panamá y Colón, favorecía los deportes golf, natación, boliche y aquellos como basketball, baseball y football americano o Fútbol Europeo, por medio de costosas instalaciones, había salas de cines a precios muy bajos. Todos los negocios pertenecían a la Compañía, tales como lecherías, heladerías, carnicerías.(11)

Las casas, apartamentos o barracas, se asignaban de acuerdo al salario devengado y no estaba permitida la mudanza sin un previo permiso otorgado por la Compañía del Canal. La recolección de la basura, la limpieza de la hierba y la tala de los árboles, todas eran funciones de la misma compañía.

Las casas amuebladas se alquilaban a razón de $ 10.00 por mes, que incluía el agua. Anualmente se pintaban a ningún costo para los inquilinos. Había un color uniforme para todas, distribuido por secciones.

En 1910 existían 39 iglesias en la Zona, de diferentes denominaciones, 26 de las cuales fueron construidas por la Compañía, mientras que 15 clérigos estaban en la planilla mensual de la misma Compañía, que le asignaba también todos sus gastos personales.(12)

La Zona del Canal era un extraordinario ejemplo de limpieza y pulcritud, al compararlo con las miserables condiciones ambientales existentes al inicio de los trabajos en 1904. Hubo mucha razón para llamarlo el prodigio sanitario de Panamá.

En la parte médica no solo las consultas eran gratuitas, sino que también se incluían los medicamentos recetados, pruebas de laboratorio,,rayos X y vacunaciones, beneficios igualmente extensivos a los familiares de los trabajadores.(13)

La práctica privada de la medicina estaba totalmente prohibida, excepto para los odontólogos que podían establecer sus clínicas y cobrar libremente sus honorarios.

A los médicos y especialistas panameños que trabajaban para la Compañía del Canal, tampoco les era permitido ejercer la profesión ni aún en su propio país. El trabajo era a tiempo exclusivo y regido por una muy sencilla fórmula: tómelo o déjelo.

Es curioso observar como los Estados Unidos de América, el país capitalista número uno del mundo, estableció este sistema socialista que funcionó extraordinariamente bien, en todos los aspectos, especialmente en el campo médico.

Al proyectarlo hacia la salud se desempeñó con gran eficiencia y fue mejorando las condiciones de trabajo y el control de enfermedades, hasta el punto de convertir a la Zona del Canal y a las ciudades terminales de Panamá y Colón en lugares libres de fiebre amarilla ( dic.1906) y reduciendo la malaria a menos de un 5% lo mismo que disenterías, enfermedades pulmonares, las venéreas, disenterías y otras más.

La mortalidad general por todas las causas, que en los tiempos de los franceses optimísticamente se informó como de 60 por 1000, Gorgas la estimaba como de 100 por mil, se redujo drásticamente a 17 por 1000, como promedio, llegando a ser 5.24 por 1000 en 1913 cuando la cifra laboral fue la máxima con 39.962 empleados.(3)

Este total se refiere a los trabajadores activos, y no toma en consideración los hospitalizados, enfermos en recuperación, los incapacitados temporales, vacaciones, y por derecho acumulado de días por enfermedad no usados. Se debe entonces añadir un 20% a este total, elevándolo a 47954.(14)

La mano de obra tuvo que ser importada, principalmente de Barbados, Martinique, Guadaloupe, España y Trinidad.

Contrario a la creencia popular, los jamaiquinos fueron un grupo menor en la construcción del Canal ( contrario al rol que desempeñaron en Ferrocarril, al igual que los chinos ). (15)

La actividad quirúrgica desde los primeros momentos, fue muy grande, destacándose en nuestra especialidad, una intervención por labio leporino (febrero de 1905), en abril del mismo año hubo 5 casos de cirugías de ojos y oídos, con 3 de la garganta, dentro del gran total de 192.

En noviembre de 1905, también aparece el registro de dos mastoidectomías y dos amigdalectomías. En febrero de 1906 una adenoidectomía y otra mastoidectomía. En marzo de 1906 se anota otra mastoidectomía, para llegar a mayo de 1914 cuando se realizan 11O intervenciones de ojos, oídos, nariz y garganta, al realizarse un total de 356.(16)

La profilaxis de la malaria por medio de quinina, era igualmente gratuita, dándose de 0.13 a 0.19 gramos dos a tres veces por día, dependiendo del área de residencia del trabajador.(17)

La obra portentosa obra del Canal de Panamá fue posible por la excelencia en el manejo del sector salud.

Gorgas estableció tres divisiones para repartirse el trabajo: la cuarentena, la hospitalaria y la sanitaria.

Si la mortalidad fue de 17 por 1000, con una fuerza laboral de 39.000, se concluyen que murieron 663 por año o sea 6630 en los diez años de la construcción del Canal ( 1904-1914).

Si asumimos que la mortalidad en el período francés fue de 60 por 1000, cuando muy bien pudo haber llegar a 100 por 1000, la cifra llegaría a 22189 muertos, aunque todavía está bastante lejos de la realidad. (18)

Gorgas estimó que si las condiciones sanitarias no hubieran sido radicalmente modificadas por todo este esfuerzo en el saneamiento y excelente servicio médico suministrado, la mortalidad hubiera sido de 78000 personas en lugar de las 6630 como realmente sucedió, concluyéndose que se salvaron 71740 vidas en el esfuerzo. (18) norteamericano.

Gorgas lo expresó muy claramente cuando dijo "creo que no existe la menor duda que hay una relación directa de causa-efecto entre las medidas sanitarias que se tomaron y las presentes condiciones de salud que se encuentran en el istmo de Panamá".(3)

Si consideramos las principales causas del fracaso del canal francés, como la alta mortalidad y falta de control en los mecanismos de prevención de las fiebres amarillas y malaria, corrupción en todos los niveles, mala administración y un enfoque equivocado en cuanto a la construcción de un canal a nivel en lugar de esclusas, observamos inmediatamente, que al corregirse todos estos enfoques y sobre todo, brindar salud y más salud a su personal de trabajadores, con un muy fácil acceso a la misma, a través del sistema socializado que se estableció, vemos que fue la verdadera clave del éxito en tan destacada empresa que llevó a la feliz culminación de una de las maravillas del mundo.

REFERENCIAS

  1. GORGAS,W.C.: SANITATION IN PANAMA
    D. APPLETON CO. 1916
  2. NELSON,WOLFRED: FIVE YEARS IN PANAMA (1880-1885)
    NEW YORK.
  3. GORGAS,W.C.: HEALTH CONDITIONS IN THE CANAL ZONE
    PRESS OF AMERICAN MEDECAL ASSOCIATION, APRIL 1915
  4. BISHOP,W.: THE PANAMA GATGAWAY
    SCRIBNER'S, 1913
  5. CHONG,NAN N: HISTORY OF THE PANAMA CANAL
    PANAMA CANAL CO. LIBRARY STATION BRANCH 1984
  6. GORGAS,W.C.: THE PART DOCTORS HAVE TAKEN IN THE CONSTRUCTION
    OF THE PANAMA CANAL
    TEXAS STATE J OF MED.,OCT.2,1930
  7. CHAMBERLAIN,W.P.: THE HEALTH DEPARTMENT OF THE PANAMA CANAL
    NEJM:203,OCT. 2,1930
  8. ZIPPERMAN H.H.: THE PANAMA CANAL; A MEDICAL HISTORY
    BULL.AMERICAN COLL.OF SURGEONS
    VOL.23, JUNE-JULY 1941
  9. THE PANAMA CANAL RECORD; TREATMENT IN HOSPITALS AND ELSELWHERE
    JUNE 23,1915
  10. DIAZ C., L.A.: EL CANAL DE PANAMA Y SU GENTE
    LITOGRAFIA ESPECIALIZADA,1990
  11. P.C.RET.ASSOC.: THE CANAL DIGGERS IN PANAMA (1904-1928)
  12. McCULLOUGH,D.: THE PATH BETWEEN THE SEAS
    SIMON AND SHULTER, NEW YORK, 1977
  13. McCLAREN,J.P.: A BRIEF HISTORY OF SANITATION IN CANAL ZONE
    (1513-1972)
  14. MACK,GERTLE: THE LAND DIVIDED
    OCTOGON BOOKS, NEW YORK 1974
  15. WOOD, R.E.: THE WORKING FORCE OF THE PANAMA CANAL
    TRANSACTIONS OF INT.ENGENEERING CONGRES, 1915
  16. THE PANAMA CANAL RECORD: MAY,1914
  17. MASON,C.F.: SANITATION IN PANAMA CANAL ZONE
    TRANSACTIONS OF INT.ENGENEERING CONGRES,1915