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Desde la aparición de los primeros vehículos de transporte en Panamá, tales como coches, "victorias", carretas, ambulancias, etc., todos tirados por caballos o bueyes, el tráfico se llevaba a cabo por la mano izquierda de la vía.

En la Zona del Canal y con miras a uniformar la dirección del tránsito, también había aceptado la tendencia panameña, a pesar de que en los Estados Unidos, se empleaba la derecha, como en casi el resto de los países del mundo.

En Inglaterra y en todas sus colonias, en cambio, el tráfico fluía por la mano izquierda, y se pudiera pensar que los primeros jamaicanos que vinieron a trabajar en el Canal como "cocheros", se desplazarían por esa dirección, ya que estaban acostumbrados a esta modalidad y sentaron ese precedente.

Era indudable que se necesitaba armonizar con la conducción vehicular mundial y para tal fin, el Organo Ejecutivo dictó el Decreto 677 de marzo de 1943, que señalaba se realizaría un cambio en la conducción de vehículos hacia la mano derecha, efectivo a partir del 15 de abril de ese año, otorgando así un tiempo prudencial para realizar la multiplicidad de ajustes necesarios.

El citado decreto, igualmente, mencionaba sobre la modificación de las señales en las calles de una vía, paradas de autobuses, sitios de estacionamientos, cambios en los letreros de "alto", intersecciones, las alteraciones indispensables para las carrocerías de los buses y "chivas" de transporte colectivo, para invertir las puertas de subidas y bajadas de los pasajeros.

El Capitán Marco A. Solís, Inspector General del Tránsito y el Teniente Julio A. Rovi, segundo en comando, en ese entonces, se encargaron con mucha eficiencia, de la divulgación total de las nuevas medidas y para lo cual contaron, de inmediato, con la
cooperación de las autoridades zoneíta y de los medios publicitarios del país.

Ambos oficiales fueron invitados el 7 de abril a una sesión especial del Club de Leones de Panamá, para que expusieran el nuevo plan del tráfico para el manejo a la derecha y a la vez, responder a las preguntas de los asistentes.

Una extraordinaria concurrencia acudió a esta invitación, demostrando así el enorme interés que existía por conocer todos los detalles de esta importante medida.

Los oradores hicieron uso de mapas, dibujos, gráficas, retratos y estadísticas para reforzar la brillante exposición que desarrollaron y para contestar el gran número de preguntas que fueron planteadas.

La radio y la prensa, secundaron ampliamente esta difusión de información para la ciudadanía de la República.

Antes de la fecha indicada, se distribuyeron gratuitamente unos letreros de tela blanca, de dos pies de largo por uno de ancho, para ser colocados en el automóvil, el día del cambio, con grandes letras que decían en su parte superior GUARDE SU DERECHA y en el centro, una flecha indicando hacia la misma dirección, mientras que en la parte inferior iba la leyenda KEEP TO RIGHT.

El Club de Automóviles de Panamá, cuyo presidente era el Ingeniero Leopoldo Arosemena, regaló 15.000 de estos rótulos, que fueron de gran utilidad y éxito en mantener la atención de los conductores hacia la nueva dirección en el manejo.

La Inspección General del Tránsito expidió instrucciones generales que eran muy explícitas y claras, de modo que fueran bien entendidas por toda la población, indicando
las velocidades que debían llevar los vehículos, tanto en la ciudad como en las carreteras y durante el día como en la noche.

Muy específicamente se les indicaba a los peatones, que miraran siempre hacia la derecha , antes de cruzar la calle.

El día 15 de abril, se programó un aviso simultáneo, por medio de toque de alarma de los diferentes Cuerpos de Bomberos de Panamá, Colón, el interior del país y la Zona del Canal de Panamá a las 4:57 a.m., para indicar que todo el movimiento vehicular se debería detener obligatoriamente y luego a las 5:00 a.m. se daría otra señal, para reiniciar la marcha, pero ahora, sobre el carril de la derecha.

En los sitios de mayor afluencia de automóviles, buses y camiones, se reforzó al triple la presencia de agentes del Tránsito para asegurar el estricto cumplimiento de las medidas adoptadas y asimismo servir como ayuda en casos de problemas.

Aparte de la incomodidad inicial que se podía observar con esta transición, el manejo de vehículos en la República de Panamá y en la Zona del Canal, por la mano derecha, se realizó con un gran éxito y sin ningún tipo de accidentes.

La constante labor de divulgación y docencia que había llevado a cabo la Inspección General de Tránsito y luego a la estricta supervisión de los agentes , durante los primeros días, para explicar y orientar a la población, fueron factores decisivos.

Se demostró, palpablemente, que aunque los panameños hemos sido reconocidos como unos " desordenados crónicos", cuando llega el momento de tomar con seriedad algunas innovaciones, las aceptamos con toda la responsabilidad.