Monday, June 6, 2011     17:19
 

Investidura de Marcos G. McGrath como Arzobispo de Panamá

La campaña politica de 1968 que se llevó a cabo en nuestro país, habìa sido arduamente disputada por los diferentes bandos políticos, hasta que finalmente fue declarado como Presidente de la Repùblica, el Dr. Arnulfo Arias M.

La toma de posesiòn tuvo lugar el 1 de octubre, para ser derrocado, por un incruento golpe militar, diez días más tarde.

Desde el 24 de abril de 1964, el hasta entonces Obispo de Chiriquí y Bocas del Toro, fue nombrado como Arzobispo de Panamá, para llenar la vacante producida por la muerte de Monseñor Francisco Beckman.

Clavel tuvo el honor de ser el primer panameño en ocupar tan alto cargo eclesiástico.

El nuevo prelado, genuino interiorano, provenía de una distinguida familia de Cañazas, provincia de Veraguas y se desempeñaba como la cabeza de la Iglesia Católica, cuando el país se encontraba en medio de los acontecimientos relacionados con las tórridas elecciones de 1968, que mantuvieron a la nación en una verdadera crisis.

Con motivo de una severa epidemia de gripe que azotó al país, Monseñor Clavel se interesó mucho por la situación hasta visitar al Ministro de Salud, para que le explicara los pasos que se estaban tomando en el control de la enfermedad y aprovechó igualmente para preguntar sobre las medidas que se emplearían para habilitar el Hospital de Cañazas, su pueblo natal.

Sin hacer manifestaciones directas de un apoyo al presidente Arias, se daba por descontado que no dejaba de simpatizar, por lo menos discretamente, con esta línea de acción.

Para un Arzobispo que se encontraba en plena actividad, la renuncia de su cargo que presentó el 31 de diciembre de 1968, ante el Papa Paulo VI, resultó una sorpresa para todos. “razones eclesiásticas y personales”, fueron aducidas para tomar esa decisión, pero igualmente sería ingenuo pretender que algunos motivos de índole político, no se vieron envueltas en dicha renuncia.

El 10 de enero de 1969, los dirigentes luteranos, episcopales, metodistas y bautistas, dirigieron una carta a Monseñor Clavel, que en parte decía:” hemos quedado profundamente entristecidos al conocer mediante la prensa, la noticia de su renuncia al puesto de Arzobispo de Panamá y hemos acudido a este medio para hacer al conocimiento de Ud., los sentimientos que al respecto nos conmueven al contemplar lo que para nosotros representa una pérdida intempestiva y sensible.”

Ud. Monseñor Clavel, ha sabido, durante los años en que desempeñaba las funciones arzobispales, ganarse el respeto y la confianza de todos los sectores de las diferentes iglesias y movimientos no católicos romanos existentes en nuestra República”.

“No quisiéramos dejar pasar esta oportunidad para recordar con gratitud las gestiones suyas en favor de la moralización y el rescate de la vida nacional durante los momentos más difíciles de crisis en la vida pública de la nación. Es bien sabido que al emprender una acción apostólica de esa índole,uno se expone a muchos riesgos, sobre todo a que otras personas interpreten mal los motivos de tal acción, sin darse cuenta de la equivocación. Tal falta de comprensión figura entre los componentes de la cruz, en que el discípulo de Jesucristo está llamado a llevar y Ud. también ha sabido aceptar tales consecuencias de su labor apostólica con ecuanimidad y paciencia,sin perder la amplitud de criterio que le caracteriza”.

A pesar del tono mesurado y de frases muy cuidadosamente escogidas, este comunicado de los dirigentes eclesiásticos no católicos, dejaba entrever, con acentuada sutileza,que se pudo interpretar equivocadamente algunas gestiones de Monseñor Clavel ante los momentos difíciles recientemente pasados en Panamá.

Se observa entonces, que un ingrediente político ( grande o pequeño), jugó un papel (preponderante o no) en la renuncia del citado arzobispo.

Un numeroso grupo de asociaciones cívicas inicia un movimiento para enviarle al Papa una nota, solicitándole no acepte la renuncia de Monseñor Clavel o que lo mantenga en alguna posición en Panamá.

Sin embargo, el Papa acepta la dimisión presentada y nombra a Marcos A. McGrath para el cargo de nuevo arzobispo y que se anuncia en esta ciudad, el 10 de febrero, mediante comunicado del Nuncio Apostólico, Monseñor Antonino Pinci y del tenor siguiente: “ Su Santidad Paulo Vi, felizmente reinante, se ha dignado nombrar Arzobispo de Panamá, a su Excelencia Reverendísima, Monseñor Marcos A. McGrath, actual Obispo de Santiago de Veraguas”.

Se convirtió de esta manera en el segundo ciudadano de Panamá en ocupar el cargo de Arzobispo de Panamá.

McGrath era el Obispo de Veraguas, donde había realizado una excelente labor al frente de su diócesis y había sido el iniciador y guía de una serie de estudios que culminaron en el llamado Plan de Veraguas, con miras a ofrecer soluciones para diferentes problemas que afectaban a esa región.

Igualmente el prelado era el Vice Presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana, que tuvo una reunión general en Bogotá, simultánea a la primera visita del Papa Paulo VI a esa área geográfica.

Al conocerse esta designación, el primero en ofrecerle sus felicitaciones fue Monseñor Clavel al declarar “Me siento muy contento de que mi sucesor en el Arzopado de Panamá sea Monseñor McGrath, quien como Obispo de Santiago de Veraguas, ha demostrado su interés por todos los problemas de nuestro país. Yo le daré todo mi respaldo en el puesto que la Santa Sede me designe para el futuro”.

Al despedise del pueblo veraguense, el Obispo McGrath, dirigió una declaración que en parte decïa:”Monseñor Clavel mismo me ha dicho, como también lo hizo al clero de Panamá, que su renuncia se debe a razones eclesiásticas y personales, que no se relacionan a los eventos políticos que afectaron al país en 1968, siendo que su intención de renuncia estuvo tomada anteriormente a estos incidentes. Es bueno que los católicos se enteren de esto, para que no haya interpretaciones a versiones inexactas de lo ocurrido”.

“No es fácil para mí, dejar el puesto de Veraguas. Durante estos cinco años me he identificado con la provincia, con vosotros, íntimamente con el clero, los religiosos y religiosas, tanto laicos, tantas comunidades y campos. sto ha sido mi hogar y mi familia y el rebaño en que el Señor me ha colocado, un rebaño mayormente pobre, pero casi siempre bueno, deseoso de mejorar, fácil de querer. Nunca podría dejar esto.Los ojos no verán, pero el corazón seguirá sintiendo.

Monseñor McGrath tomo posesión de su alta investidura el 19 de febrero de 1969, en ceremonia privada,donde se encontraban presentes MonseñorJesús Serrano, Obispo de Colón, Monseñor Ambrosio Lewis, Obispo Auxiliar de Panamá y los miembros del Consejo de Consultores Arquidiocesanos.

Em la ceremonia aludida, se leyó la carta de nombramiento de la nueva autoridad de la Iglesia Panamneña. Monseñor Clavel dirigió unas palabras donde hizo gran elogio del nuevo arzobispo y el gusto quqe sentìa al entregarle la responsabilidad del manejo del cargo.

Monseñor McGrath realizó la aceptación del cargo en latín y luego rezó de rodillas el Credo. De esta manera, se habìa convertido en el segundo panameño en ser Arzobispo de Panamá.

La nueva autoridad de la iglesia panameña, dirigió unas breves palabras haciendo énfasis en el trabajo de equipo y cooperación entre obispos, sacerdotes religiosos y laicos, para proseguir con las tareas de la iglesia.

Como dato curioso, su primera actividad oficial consistió en la entrega de diplomas, en la ceremonia de graduación del Instituto PanAmericano de esta ciudad.